Vayas al cine y la otra para disfrutar en casa.
La primera de ellas es Tornados (Twisters) secuela del clásico de los años 90, Tornado protagonizada por Helen Hunt y Bill Paxton. En este caso, nos encontramos con la meteoróloga y cazadora de tormentas, Kate (Daisy Edgar-Jones) que, tras una tragedia, es contactada por su amigo de la universidad Javi (Anthony Ramos) para volver a las llanuras de Oklahoma a perseguir tornados. En el camino se encuentra con el engreído youtuber, y también meteorólogo, Tyler (Glen Powell).
Tornados tiene acción desde el principio cuando nos cuentan la tragedia que nuestra protagonista atraviesa. El viento es un protagonista más de la película, de manera que podríamos decir que es nuestro antagonista. Es una fuerza indomable con la que no hay que entrometerse. Es por él que Kate tiene secuelas debido al trauma generado por el accidente y es el motor por el que nuestros protagonistas emprenden su aventura.
Los personajes principales tienen cada uno personalidades bien diferenciadas. El que sobresale es Tyler, el más engreído por alcanzar cierta fama en las redes sociales. Sin embargo, a lo largo de la película lo vemos encantador y solidario en particular con aquellos afectados por los tornados. A su vez es el interés amoroso de nuestra protagonista.
Plagada de escenas de acción, es una película muy recomendable para ver en familia, a pesar de ser apta para mayores de 13 años, ya que no tiene escenas violentas o de sexo. Disponible en cines
La otra película de la que les voy a hablar hoy y que es número 1 en nuestro país en la plataforma Netflix es Desaparecidos en la noche (Svaniti nella notte), remake italiana de Séptimo (2013), protagonizada por Ricardo Darín y Belén Rueda. Este film de suspenso nos cuenta la misión en la que debe embarcarse Pietro (Riccardo Scamarcio) tras la desaparición de sus hijos en su casa de campo, mientras está divorciándose de Elena (Anabelle Wallis), la madre de los pequeños.
Siguiendo la sinopsis nos podríamos imaginar una película cargada de acción y escenas de tensión, sin embargo, no es el caso. Parece no suceder nada en ella a pesar de ver a un padre angustiado por el secuestro de sus hijos. Quizás falló el guión o la dirección de los actores, pero los mismos no parecen tan preocupados por las situaciones a las que son enfrentados. A su vez, a nuestro protagonista Pietro, se lo ve pasivo en ciertos momentos de tensión que deberían mantenernos al filo de la silla, convirtiéndose así en un personaje difícil de empatizar.
De todas maneras, es recomendable para verla y develar el misterio de por qué esta película es la más popular de la plataforma.