La administración británica en las Islas Malvinas anunció la firma de un contrato con la empresa holandesa Damen Civil and Modular Construction BV para el diseño y construcción de un nuevo puerto que reemplazará a las estructuras flotantes de FIPASS, operativas desde 1984. El proyecto contempla la fabricación de cuatro barcazas modulares y una infraestructura portuaria moderna con una capacidad de 400 metros de muelle, pensada para operar por al menos cincuenta años.
La obra, valuada en más de 100 millones de libras esterlinas, busca potenciar la actividad pesquera, el movimiento de carga y el turismo, además de consolidar el control británico en el Atlántico Sur mediante un polo logístico de mayor capacidad. Con esta iniciativa, la colonia refuerza su infraestructura estratégica en un punto clave de la región, mientras la Argentina sostiene su reclamo histórico de soberanía sobre las islas.
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