Un estudio reciente del CONICET, en colaboración con el Instituto Antártico Argentino, detectó microplásticos en el 100% de las muestras de heces analizadas de tres especies de focas que habitan la península Antártica: la foca cangrejera (Lobodon carcinophaga), la foca leopardo (Hydrurga leptonyx) y la foca de Weddell (Leptonychotes weddellii). Las partículas encontradas —menores a 5 milímetros— incluyen polímeros como poliestireno, poliéster (incluido PET), poliamida, polipropileno y poliuretano, así como pigmentos textiles como índigo, reactive blue 238 y ftalocianina de cobre azul y verde. También se detectó negro de carbón (carbon black), vinculado a combustión incompleta de combustible, lo que sugiere ingreso de contaminantes antropogénicos al ecosistema antártico.

En la divulgación científica denominada «Monitoreo de contaminación ambiental: encuentran microplásticos en focas de la Antártida»; los investigadores explican que las muestras se recolectaron de forma rápida y conservadas a –20 °C para asegurar la integridad del análisis. Las técnicas empleadas incluyen microespectroscopía Raman e infrarrojo, lo que permitió determinar la composición química y confirmar el origen humano de las partículas. Si bien todavía no se pueden afirmar efectos directos en la salud de las focas, quienes llevan adelante el estudio advierten que la presencia de microplásticos en especies centinela de alto nivel trófico podría indicar una contaminación más extendida de lo que se creía en el ecosistema antártico. Los hallazgos ofrecen una alerta sobre la necesidad de fortalecer estrategias de conservación y monitoreo en zonas remotas.